miércoles, 14 de julio de 2010

Ficha pedagogica: "La visión del otro: Etnocentrismo, racismo y violencia científica"

Cátedra: Cultura y Subjetividad
Profesores: Susana Copertari y Carlos Nuñez


La visión del otro: Etnocentrismo, racismo y violencia científica
- Los extractos de textos que te presentamos sobre el tema te ayudarán a realizar la lectura de los textos que figuran en la bibliografía obligatoria del Programa. Busca casos similares que puedas encontrar de etnocentrismo en las prácticas cotidianas a partir de distintas fuentes primarias y secundarias. Realiza en no más de dos páginas una reflexión individual ó grupal sobre la problemática planteada.
- Puedes utilizar como bibliografía de consulta el texto: Copertari, S. “La visión del otro en la valoración de la cultura. Etnocentrismo, racismo y violencia”, en Taborda, M (comp.) Anuario del Departamento de Sociología Volúmen 1, Facultad de Ciencia Política y RRII (UNR), pp 287 a 295, UNR Ed, 2001.

REFLEXIONES EN TORNO AL ETNOCENTRISMO
«... En una primera aproximación el etnocentrismo es definido como la actitud de un grupo; que consiste en atribuirse un lugar central en relación con los otros grupos, en valorar positivamente sus realizaciones y particularismos y, que tiende hacia un comportamiento proyectivo con respecto a los grupos de afuera, que son interpretados a través del modo de pensamiento del en-grupo. (...) La base de referencia es la etnia, si se quiere referirlo al grupo mismo, o a la cultura como conjunto de creaciones humanas que caracterizan al grupo. La noción de etnocentrismo, en este sentido es, pues, sinónimo de la de «centrismo» cultural.
Se atribuye generalmente a Williams G. Summer (l906), la primera definición de etnocentrismo:

«... una visión de las cosas según la cual el propio grupo es el centro de todo, y todos los otros son ponderados con referencia a él. ... Cada grupo alimenta su propia soberbia y su vanidad, clama su superioridad, exalta sus propias divinidades y mira con desprecio a los profanos». (Summer, W. G. «Folkways». N.York, Ginn, 1953:18; en: Etnocentrismo e Historia, Perrot, D. y Preiswerk, R. Ed. Nueva Imagen. México 1970).

REFLEXIONES EN TORNO AL RACISMO

«... Cuando se habla de racismo muchas personas oponen reparos a que este problema sea tratado, excepto para definir la situación norteamericana, sudafricana o de otros pocos casos similares.
Esta manera de entender o describir nuestra propia realidad que también incluye a Argentina y Uruguay, está señalando de entrada el rol mistificador, divisor y enmascarador del racismo. Porque estas personas, por no decir todos nosotros, establecemos una suerte de división, esquematización y simplificación permanente de la cotidianeidad en que vivimos y de los procesos históricos que nos han ido constituyendo son los mismos que niegan la existencia del racismo, los que dicen de buena o mala fe que éste es un problema inventado por los judíos, o que debe ser analizado ‘adonde haya blancos y negros’, pero no entre nosotros. Son los mismos que tratan de acotar al racismo donde hallan una situación ‘clara de raza o de color’, los que repiten en una de sus formas mas mecánicas las características básicas del racismo en cuanto a ideología: anular y malinterpretar las causas que realmente están produciendo determinados fenómenos económicos y sociales, en beneficio de la interpretación de la cual se hacen cargo en forma indirecta las clases dominantes vigentes.
El racismo no es solamente una cuestión de segregar ‘negros’ u ‘odiar’ judíos; el racismo debe ser referido a las formas de relaciones sociales y culturales que implican negación, discriminación, subordinación, compulsión y explotación de los otros en nombre de pretendidas posibilidades y disponibilidades; ya sean biológicas, sociales o culturales. Toda relación social que signifique ‘cosificar’ al otro, es decir negarle la categoría de persona, de igual; toda relación que permita la inferiorización y uso de los otros, es racismo...» (Menéndez, E. Racismo, Colonialismo y Violencia Científica; en: Revista Transformaciones, Nº 47, Bs.As., 1972).

Los argentinos, ¿somos racistas...?
«... A riesgo de incurrir en la arqueología, aunque las memorias lúcidas participan sutilmente de este saber, quisiera recordar las propuestas de sanciones contra: vagos, ociosos y malentretenidos, que se pueden leer en los bandos virreinales, publicados hacia 1801, en el Telégrafo Mecantil. Semejantes reconocimientos represivos tenían como fundamento además, el señalamiento de cierta fisonomía que los hacía diferentes para la mirada policial. Ser distintos conformaba en esa época una categoría que justificaba el cepo y los trabajos forzados. La otredad convertía a todos sus rasgos en culpables al no entrar en la presunta racionalidad del Poder. El mal,se sabe, era lo diferente y debía ser sometido a la punición...» (David Viñas, ‘La versión argentina del apartheid’- Página 12, del 24-1-99).
En el mismo artículo encontramos estas respuestas:
- Claro que me duele estar limpiando oficinas, pero es así, yo sé que tengo que trabajar. Casi dos meses trabajé en un correo privado y no me pagaron. La empresa cerró y no pude reclamar porque entré con un documento “trucho”. (Fredy, docente electrónico, nivel universitario; peruano).
- No olvido a esa señorita que echó a mis hijos del aula; cuando fui, lloraban, los cambié de colegio. (Mérida, boliviana).
Fuente: Módulo 2 de Antropología (2000). Experiencia de Educación a Distancia. Facultad de Ciencia Política y RRII (UNR)

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